En febrero de 2016 decidimos trabajar sobre la ciudad para el próximo curso. Nos pareció que podíamos presentar nuestra idea como proyecto de investigación educativa.
El trabajo exigió la generación de un documento complejo. No conseguimos ser seleccionados, pero eso no nos desánimo para seguir adelante. Nos ha servido para tener una dimensión mucho más asentada de lo que teníamos intención de hace. Además estos procesos enganchan la práctica de aula con la investigación, acercando ambas visiones, que a veces, se encuentran muy separadas y eso no ayuda a la mejora de cada campo.